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El Estudiante

Sujeto y objeto de la educación

En el quehacer de la educación y la enseñanza, el estudiante ha sido sujeto y objeto de la educación, proyectando, así, en su tarea orientadora, esa formación que permita otras consideraciones del estudiante como reserva moral de la nación.

Estas consideraciones sobre el estudiante permiten comprender que en todo ser humano existen capacidades y potencialidades que yacen sumidas y que en un momento dado, florecen y dan abundantes frutos.

Esos frutos constituyen el talento, la capacidad creativa e intelectual, es decir, que en todo estudiante existe las posibilidades para que sea auténtico, característica humana que hace posible la distinción y el reconocimiento, que es el aval que ofrece el éxito. Pero para lograr ese éxito deseado, el estudiante debe ofrecerlo a sus semejantes, siendo valiente, creativo, con valores éticos y morales, con conciencia cívica y un gran valor espiritual; todos estos atributos, son los que reflejan la intelectualidad y hacen la diferencia en los seres humanos.

Indudablemente, el estudiante jamás podrá desarrollarse con tales virtudes, si no cuenta con el requerimiento ineludible de ser amado y comprendido, y con el apoyo necesario para la obtención de las herramientas que reclama su superación formativa. El estudiante será productivo cuando se le ofrezca la oportunidad de ser libre, cuando no esté sometido a ataduras con las mediocridad, es decir, que sepa ser alegre, divertido, autentico, sin la necesidad de someterse a la esclavitud de vicios como el alcohol y la droga.

Es relevante entonces en el estudiante, el hacer el debido uso de los avances de la ciencia y de la tecnología, con el firme propósito educativo de: aprender a ser, sin permitir, en ningún momento, que ese incremento científico y tecnológico desvíe sus metas y los esclavice.

Esa es la más clara visión y misión del Colegio San Vicente de Paúl, la formación de estudiantes como ustedes, jóvenes Vicentinos, una clientela educativa producto de hogares con plena conciencia del caso social que constituyen los hijos, comprendiendo siempre las responsabilidades que les reclama el deber ineludible de ser padres y poder cosechar el fruto del amor, esa maravillosa obra de Dios: “los hijos”, que es lo que permite la realización y plenitud del ser humano.

¡Bienvenidos siempre a esta su alma mater y a formar parte de la gran familia Vicentina!

Departamento de Psicopedagogía